Bianka está realizando un itinerario auténticamente magnífico. En su artículo Operación de amígdalas comenta otro brillante vídeo de la Royal Society of Arts que ilustra una conferencia de Sir Ken Robinson donde hable sobre cómo el actual sistema educativo está basado en una visión industrialista que diferencia entre gente adecuada para los estudios o para el trabajo, los aburre con asignaturas que no llaman su atención ni trabajan las aptitudes en que destacan, y sólo diferencia su preparación por edades. Me ha recordado inmediatamente a un pasaje del libro de Eduard Punset El viaje a la felicidad donde toca estos aspectos en el contexto de la educación en los valores de la cooperación:
El modelo educativo imperante consiste en encerrar en un espacio reducido a un grupo de niños de la misma edad, para que desarrollen exactamente las mismas aptitudes […]. Se trata de amoldarlos a un modelo concreto; no de una convivencia entre una variedad de personas de edades y aptitudes variadas, desarrollando caminos personales y colaborando entre sí para ayudarse mutuamente y como grupo. […]
Este modelo cerrado crea, inevitablemente, condiciones competitivas extremas. […] Todos sirven para lo mismo, llevan a cabo tareas idénticas; no aportan nada especifico al grupo, ni desarrollan sus cualidades personales, ni valoran las diferencias, ni se responsabilizan de su entorno, sus compañeros o su propio aprendizaje […]
Efectivamente, no es sólo que el sistema educativo tenga problemas estructurales o sea una máquina disciplinante, sino que promueve el desarrollo de un carácter competitivo (en el peor sentido del término) en detrimento de un carácter cooperativo que valore la diversidad y permita a cada cual crecer y desarrollarse en una comunidad propia donde pueda colaborar con sus compañeros en igualdad… pero una igualdad que no puede estar más lejos de la uniformidad que promueve el actual sistema educativo.