Lockheed Martin ha alliberat una eina per al foment de xarxes socials corporatives. És bona notícia, i l’aplicació fa l’efecte de poder facilitar certa interacció entre els treballadors, però no entenc per què els missatges que un pot publicar al seu stream han de ser tan i tan breus: així no pot haver una bona deliberació. Aquesta influència del Twitter s’acompanya de comptadors de seguidors al més pur estil dels àlbums de cromos com Facebook. Probablement siga per la moda, però no oblidem que la blogosfera no està (ni molt menys) morta.
- Librem 5: a security and privacy focused GNU/Linux smartphone
- En la nueva ofensiva contra la neutralidad de la red, cada euro que gastas apoya algo, ¿sabes bien qué estás apoyando?
- No, el problema de los contadores eléctricos inteligentes no es la radiación que emiten
- Economía colaborativa, tener la audacia de vender lo que ningún otro hombre ha vendido antes
- SAX 2017, els dies 26 i 27 d'agost a Valls
Pero lo principal es que...
...los datos y las trazas serán propiedad de la empresa que instala el software, es decir, la clave de venta es que servirá como herramienta de control social interna.
Lo que se espera y lo que no
Cierto, pero eso debería de ser algo que los empleados se esperan desde el principio, con lo que cuidarían qué dicen y a quién… aunque el uso masivo de Facebook y similares hace pensar a uno que mucha gente carece de ese sentido de la prudencia.
Mi crítica aquí es que se venda como herramienta para facilitar el desarrollo del conocimiento interno a una empresa, cuando el nivel de deliberación que permite es tan bajo, apenas un parloteo estilo Twitter.